sábado, 6 de febrero de 2010

El dulce aroma del amor.

Majestuoso es el sentimiento del amor, y tan afortunado es aquel que logra amar y aun mayor puede ser el gozo que emana del amor puro, aquel que pocas personas logran sentir un sentimiento desinteresado que emana de lo mas íntimo del ser.



¡Sí!, maravilloso es; pero también tan peligroso que en los corazones débiles les podría encaminar a una terrible tristeza. ¿Pero qué proporciones alcanzaría dicha tristeza? ¿Como puede ser que tan sublime y hermoso sentimiento pueda llevar al oscuro abismo de la demencia por las sombras de la tristeza?


He sido testigo de cómo ese etéreo dulcificante puede verse manifestado de una manera grotesca consumiendo un corazón y llevando al infeliz de su poseedor a la perdición.


Quienes conocían a Lina coincidirían que siempre fue una muchacha de buen corazón, algo tímida y bastante inteligente, así pues nadie creía lo que le sucedió, ese inmerecido final que encontró la pobre.


Como he mencionado, Lina era una joven muy inteligente y aunque algo inocente y reservada, con todos se llevaba bien, además su intelecto no era impedimento para que fuera bella, de tal manera que muchos compañeros la seguían. Pero ella obviamente no era de esas chicas fáciles que al parecer abundan en estos tiempos, más bien era soñadora romantica, y esto sin duda fue factor importante para que le pasara eso.


Kevin era el mejor amigo de Lina, desde pequeños se conocían y siempre, ya sea que quieran llamarle destino, dios o casualidad asistieron a la misma escuela desde el kínder hasta la universidad, y no fue nada extraño que en ese tiempo no naciera algún sentimiento más allá de la amistad, una semilla de amor. La primera en mostrar ese sentimiento fue Lina, y debido a su actitud soñadora desde la secundaria se dio cuenta(o al menos pensó eso) que Kevin era su príncipe.


Y un día en la escuela ella decidió tomar la iniciativa, esa mañana salió directamente de su salón a la hora del almuerzo dirigiéndose hacia él, lo tomo de la mano y le susurro que la acompañara al tejado de la institución; cuando llegaron allí Lina lo miró a los ojos y suavemente le expreso todo mientras Kevin escuchaba con suma atención. Cuando ella terminó él la tomo y la beso, así quedo pactado su amor.


Su noviazgo duro 3 largos años hasta esa noche que cambiaría todo, donde se apagaría el feliz mundo de tan joven pareja. Kevin se dirigía a recoger a Lina para celebrar su fiesta de cumpleaños, ya estaba casi enfrente a ella cuando un camión lo impacto, dejando hecho añicos el vehiculó y apagando su vida para siempre.


¡Si!, me acuerdo de ese accidente, no sabíamos que tan grave era y hasta que llegamos al sitio fue una horrible escena; el carro fue literalmente compactado y piso estaba bañado de un rojo carmesí y enfrente yacía atónita la pobre chica parada sin moverse, pues tal fue el shock que fue necesario un par de horas para hacerla volver en sí.


El día del funeral fue un sábado lluvioso, era como si el cielo llorara por la tragedia. En el panteón como era común en ese tipo de eventos se sentía un aire de luto, la madre gritaba y reclamaba a su Dios por su criatura, los compañeros guardaban silencio mientras el clérigo recitaba un réquiem para el muchacho. ¡Si! Había muchas personas, pero la única que faltaba era su dulce amor más hacia tiempo que no aparecía, de hecho dejo de ir a la universidad al día siguiente del accidente, no salió de su casa desde ese entonces además no contestaba la puerta, y como ella vivía sola no sabían si se había ido, si había muerto o que.


Ya había pasado 6 días desde el entierro del chico y yo estaba en mi guardia matutina cuando recibí un mensaje de que fuera a investigar una zona residencial de la ciudad, pues varios vecinos se quejaron de un desagradable olor que emanaba de una casa, cual sería mi sorpresa al ver que dicha residencia era la de Lina.


En cuanto derribe la puerta de su casa, el nauseabundo hedor incremento, más luche contra mi estomago y seguí su rastro el cual me llevo hacia un cuarto al final del corredor principal, lentamente me acerque y entonces encontré con un horror indescriptible, casi vomito al ver como en la cama yacía un cuerpo en grave estado de putrefacción.


Pobre jovencita, seguramente cayo en una gran depresión y su débil corazón no pudo resistir mucho tiempo, su inocente mente de oscuros sueños se lleno colapsando finalmente, así la tierna, inteligente y amable Lina encontró su muerte.


Y es cierto que la escena del cadáver fue horrible, pero eso no es lo que me causo mayor terror, pues lo que verdaderamente me sumerge en tenebrosas pesadillas y que me impiden dormir aun el día, lo que después mire pero... mas que nada lo que escuche.


Junto al cadáver se encontraba Lina, o al menos lo que quedaba de ella. La muchacha abrazaba y besaba el descompuesto cadáver, entonces ella se voltio  hacia mí, y con su mirada perdida recito esas  palabras:


-¿Puedes oler este orgásmico aroma? ¿Puedes sentir fluir tal elixir en tus venas que poco a poco se apodera de tu ser?


-¡Si!, ¿Acaso no es verdad que es tan hermoso el dulce aroma del amor?